Una intervención clínica es un conjunto de sesiones personalizadas, generalmente, semanales y de una hora de duración, que tienen por objetivo el autoconocimiento, por parte de la persona, de sus emociones, pensamientos y conductas, así como la modificación de las mismas en caso necesario. Con dicha intervención, se pretende que la persona aprenda a gestionarlas de manera eficaz y adaptativa, favoreciendo, de esta manera, el bienestar personal.